Ermita Virgen de la Silla

Extracto de la publicación realizada por Centro de Estudios Jiloca llamada «Xiloca» escrita por Angel Alcañiz Gutiérrez y Joaquín Campo Betes.


Imagen relacionada con la noticia

Se desconoce el origen del Santuario de la Virgen de la Silla, posiblemente dataría del S. XIII, no siendo hasta 1523 cuando se sabe documentalmente de su existencia como templo de la pardina de Losilla o Usilla, y a partir del S. XVIII cuando ya se tiene referencias y seguimiento sobre la obra de la actual ermita. Edificada sobre un montículo a 2 Km. del núcleo urbano, de aspecto exterior voluminoso, de planta de cruz latina, ábside poligonal y cúpula de ladrillo sobre crucero de sillería, dispone de sacristía, salones para cofrades, cocina, cuadras y casa del ermitaño. Ha sido objeto de varias reparaciones, en 1800 la de su tejado, en 1865 en el establo o cuadras, o la de la cúpula y barbacana en 1868. Fue parcialmente quemada y expoliada en 1936, habiendo sido a partir de 1989 y ante la precaria situación en que se encontraba, amenazando ruina, cuando su Hermandad y en diversas etapas ha procedido a su restauración.
En la década de los años 60 del pasado siglo fueron robadas las dos campanas, no renovándolas con posterioridad, a principio de los años 70 el robo fue de la imagen barroca de la Virgen, que afortunadamente fue recuperada unas fechas más tarde. Eran tres las imágenes titulares de la Virgen que existían en la Ermita de la Silla, una de ellas, la más antigua, la que atribuía la leyenda ser donada por el Rey D. Jaime, desapareció a mediados del siglo pasado, de la que se recuerda que, metida en una urna de cristal, los ermitaños pedían limosnas con ella por los pueblos vecinos; una segunda imagen es gótica, posiblemente de principios del s. XIV, estando inventariada y con toda probabilidad la titular de la antigua Iglesia de la pardina de Usilla, esta imagen dado su deterioro fue restaurada en 1997, por el Obispado de Teruel-Albarracín. La tercera imagen es barroca, de 1689 y descrita por el P. Faci, en su recopilación de «Imágenes Marianas, antiguas y milagrosas de Aragón «, efectuada en la mitad del s. XVIII, en que la describe como Virgen sentada en una silla, con el niño en su brazo derecho y en la mano izquierda una bola. Las imágenes fueron protegidas del expolio y quema de la Guerra Civil trasladándolas a Lagueruela, siendo devueltas en Marzo de 1941, una vez acondicionado el lugar. Existe un Altar frente a la entrada, en el que se deposita la Imagen barroca de la Virgen y que destaca por su originalidad al existir en él numerosos exvotos, principalmente cintas que dan el popular nombre al Altar.